"Es como si viviéramos en el mismo barrio y de pronto
un día te ponen primero una red de púas y luego un muro, quedás vos de un lado
y yo del otro", me decía Cecilia mientras mirábamos el muro desde arriba,
y pensamos la cantidad de familias y amigos que quedaron separados de esta
forma.
El domingo había sol, mucho, y enfilamos para el Este. íbamos
en busca del mercado de pulgas de Arkonaplatz que de hecho está cerca del
Mauerpark pero mi amiga Alex me había indicado que el primero era más
"auténtico".
Pero en el camino nos encontramos con pedazos de muro, y con
fotos en las medianeras de Bernauerstrasse y Wollinerstrasse. Las fotos eran
impresionantes.
Creo que nunca había pensado en esta historia de esa forma. Como
historiadora, el defecto del métier
es meterse siempre un poco más en las historias de las personas (o eso es lo
que siempre me ha gustado y por eso mi contacto con la antropología también,
-¡ya olvidado? hm...-) y estas fotos tamaño gigantes era eso, grandes
instantáneas de los años 60, más específicamente del verano del año 1961 cuando
el muro apareció y dejó estupefactos a todos.
Las fotos y una serie de paneles conmemorativos mostraban
historias de familias que vivían en esa calle, y avanzamos, y había más. Los
pilotes de las casas destruidas para construir el muro. Más fotos, de los
escapes incluso los subterráneos, durante la época de la construcción cuando la
vigilancia se hizo mucho más dura. Mujeres de toda edad, niños y bebes,
colgados de arnés improvisados pasando por un túnel al otro lado.
EL recorrido es largo y va explicando como en las calles
Bernauerstrasse, y otras calles cercanas al muro se intensificaron las fugas y
las manifestaciones en contra del muro del lado Oeste. Muchas familias del Este
(más de 2 millones) habían decidido pasarse al otro lado cuando el gobierno de
la RDA dio el aviso y la opción, antes de la construcción del muro. Las salidas
asustaron un poco al bloque
soviético aumentando el control sobre la población. El muro apareció de un día
para el otro y nadie sabía de tal proyecto (parece que ni siquiera la CIA
estuvo al tanto). Semejante idea, delirante, surrealista e incoherente, sin
embargo trajo consigo unas cuantas tragedias, entre muertes de varios de los
que se apuraron a pasar al otro lado como de los primeros que intentaron cruzar
la red de púas.
Las historias van contándose, en grandes paneles y poco a poco
vas sintiendo el absurdo y la desdicha como partes de una misma cosa.
Es verdad que en Alemania lo más chocante son los resquicios
del terror dejados por el Holocausto, nada puede con eso, con imágenes tan pero
tan horrendas.
Pero sin querer comparar horrores de la historia, la
aventura del muro de Berlín transmite indignación y cierta consternación si
pensamos en la idea de un muro dentro de una misma y sola ciudad divididas por
aventuras políticas distintas.
A la mañana cuando preparábamos la salida, le comenté a
Ellen, la dueña de casa donde vive Cecilia en Berlín, que iríamos hacia el
Este. Le pregunté cómo había sido para ella si podía ir en esa época, si tenía
amigos del otro lado. Ellen me contó que cada vez que un berlinés del lado
oeste pasaba al otro lado, debía pedir una visa. A veces te la otorgaban a
veces no. Debías cambiar dinero (como otro país) y gastar todo en el lado Este
porque no podías llevártelo contigo al otro lado. Ellen tenía amigos que iba a
visitar a veces. Me contaba que no sólo familias quedaron divididas, lo que es
una imagen de las más fuertes en las fotos del Memorial, sino que también había
cientos de historias de amor, intentando pasar de un lado o del otro.
Me acordé de un libro que leí hace miles de años de G.
García Márquez que se llama "De viaje por los países del este". La famosa
cortina de Hierro era descrita como un simple cartel. La imagen que García Márquez
mostraba era del absurdo de muchas situaciones cotidianas contrastando con el
discurso grandilocuente de la izquierda (digamos latinoamericana) frente al
modelo soviético.
Ellen me contó entonces que ella había viajado con un amigo
escritor brasileño, que daría unas clases en Varsovia y hacía el viaje por
tierra. En la frontera del Muro, el escritor (que era del Nordeste de Brasil
donde en general la gente tiene un color de piel más moreno) fue confundido con
un turco, pensaron que era espía, lo detuvieron en la misma frontera y Ellen
tuvo que lidiar durante mas de un día con la embajada para sacarlo de allí.
Consiguieron llegar a Varsovia donde la recepción de los estudiantes fue
estupenda (estudiantes de portugués en Polonia, jamás lo hubiera pensado)
mientras el profesor local que hacía de anfitrión apenas podía sostenerse y se
apoyaba en un gran reloj del mareo alcohólico que llevaba encima...
Estas historias, por momentos kafkianas dan gracia, pero al
ver las fotos de familias y leer las historias de cómo una pareja no puede ver
a sus padres para su boda (porque del lado Este no los dejan salir), o de como
luego mostraban a sus bebés a los parientes que habían quedado del otro lado, por
encima del muro es entre ridículo, triste y horrendo de sólo imaginarlo, ni
hablar lo que se siente viendo esas fotos...
El Memorial continúa buena parte de lo que era muro en unos
pilotes levantados en línea recta por el que se puede ver de un lado y del
otro, y deja reservado un tramo tal cual era, que se puede ver desde un
mirador. La idea del mirador, es algo muy de la "cultura" del muro,
se levantaban varios en distintos puntos de la ciudad para que la gente pudiera
pispear a sus familiares o amigos o simplemente "ver" que había del
otro lado. Yo ya había visto una foto de uno en Postdamer Platz también.
La foto de Conrad Schuman es estremecedora. Yo no la había
visto en este tamaño, de medianera y me conmovió. El salto del soldado a los
pocos días de empezar la construcción del muro, parece haber sido espontáneo,
según su propia crónica. My nerves were at breaking
point," he remembered. "I was very afraid. I took off, jumped, and
into the car ... in three, four seconds it was all over."
(tenía los nervios de punta,
recuerda, "tenía mucho miedo. Salté y me metí en un coche... en 3 o 4
segundos todo había terminado")
La foto quedó inmortalizada por un fotógrafo que estaba del
lado Oeste. Muchos años después cuado cayó el Muro, Conrad Schuman volvió a su
pueblo y fue rechazado por parientes y amigos, tratado de traidor. En 1998 y
después de una pelea familiar lo encontraron colgado de un árbol, sin carta de
adiós.
Las historias de la gente pueden más a veces que miles de
datos, eso ya lo sabemos, pero es increíble que aún no haya sido enteramente
explotado este tema en la historia alemana, dejando un material de historia
oral que acabará poco a poco y si lo hay, ¿donde estan los traductores? Lo más
que conseguí saber es de Ingo Schultz un escritor que recrea esos años a la
manera kafkiana, entre lo tremendo y lo ridículo del día a día.
Hay varias películas que vi sobre este tema y que ya me
habían conmovido bastante, como La vida de los otros. Pero estar en Berlín
viendo estas fotos es como transportarse y me destroza. Pienso en mi hijo, en
que ruego siempre que no sufra ninguna guerra ningún delirio más del ser humano
hecho mierda.
Los soldados del muro o del muro en construcción tenía la
orden de disparar a cualquiera que quisiera pasar el límite. Murieron muchas
personas y niños. Cuando cayó el muro algunos de estos soldados confesó haber
disparado (como el caso de Peter Fechter, el primero que intentó cruzar con
otro amigo, ambos 19 años y uno pasó y al otro lo agarró una bala... las fotos
son realmente estremecedoras) y fueron condenados en libertad.
Muchas de las personas que vivían en el Este una vez caído
el muro decidieron quedarse a vivir de este lado, muchos dicen que por miedo al
cambio... Sin embargo estos barrios van poco a poco gentrificándose como el Prenslauerberg
pero quedan aún pequeños detalles: edificios hechos en series, la avenida Karl
Marx, y la zona cercana a Alexanderplatz, donde los edificios altos me hicieron
acordar al episodio de la Petite Taupe en "la ciudad", que
seguramente era una ciudad del este, standarizada. (más sobre la Petite Taupe o
Der Kleiner Mulfwurf en alemán en futuro post).
Llegamos a la estación del S-Bahn Nordbahnhof que menciona
haber sido una estación fantasma durante esos años. Al parecer los soldados de
la RDA vigilaban los andenes al pasar el tren del otro lado (compartían los
mismos túneles) porque muchas personas habían conseguido meterse en los vagones
y escapar.
Al finalizar el recorrido entramos en la tienda del Memorial,
que cuenta con un centro de investigaciones. Allí descubrí una historieta que
trata sobre un par de padres que cuentan esos años a sus niños. Voy a buscarla
parece que está traducida sólo al francés por ahora.
Esta visita es de las cosas que más me conmovieron de
Berlín. Creo que si volviera intentaría explorar aún más este lado de la ciudad
y me encantaría conocer más historias de la gente en esos años. Realmente me
encantaría aunque sé que debe ser algo aún raro y doloroso y difícil de
trabajar.
Dejo el link de una nota del Independent cuando murió
Schumman que me gustó mucho. Aquí
Más del Este en el próximo Post Stay Tunned. Las fotos son mías
pero de fotos del Memorial y las que están citadas son postales, los dibujos míos,
inspirados en las mismas fotos.
Seguiré en el próximo post con un par de bellezas
arquitecturales de los años '60... Stay Tunned once again!
It's as if
we lived in the same neighborhood and suddenly one day they put a barbed wire and then a wall, you stay
in one side and I in the other across," told me Cecilia as we watched the
wall from above, and we thought about the number of families and friends who
were separated in this way.
Sunday was
sunny, very, and we headed to the East. We were searching a flea market which
is actually Arkonaplatz near Mauerpark that my friend Alex had indicated that
was more "authentic".
But along
the way we found pieces of wall, and photos on the sides of the buildings
on the corner of Wolliner and Bernauer
streets. The photos were stunning.
I had never
thought abot this story in this way. As a historian, the default of the metier is always get a little deeper into
the stories of the people (or that's what I've always liked and so my contact
with anthropology too, - forgotten? Hm ... not sure yet -) and these photos was
in a giant size, great snapshots of the 60s, specifically the summer of 1961
when the wall appeared and shocked everyone.
The photos
and a series of commemorative panels showed stories of families who lived on
that street, and move, and there was more. The piles of houses destroyed to
build the wall. More pictures, including underground escapes during the
construction period when surveillance was much harder. Women of all ages,
children and babies, makeshift harness hanging by passing through a tunnel to
the other side.
The journey
is long and will explain how on the Bernauerstrasse and other streets close to
the wall, intensified leaks and demonstrations against the wall on the west
side. Many families in the East (over 2 million) had decided to go to the other
side when the GDR government gave notice and choice before the erection of the
wall. The outputs of scary Soviet bloc increasing control over the population.
The wall appeared from one day to the other and no one knew of such a project
(it seems that no even the CIA). Such an idea, delusional and incoherent,
surrrealistic yet brought a few tragedies, including the deaths of several who
rushed to the other side as the first who attempted to cross the barbed
network. The stories are counting on large panels and little by little you feel
the absurdity and misery as parts of the same thing.
It is true
that in Germany the most striking are the remnants of terror left by the
Holocaust, nothing can fight with that, so very hideous images.
But without
wanting to compare horrors of history, the adventure of the Berlin Wall and the
indignation conveys consternation if we think of the idea of a wall within a
single city and divided by different political adventures.
In the
morning when we prepared the journey, I told Ellen, the hostess where Cecilia
lives in Berlin, we were going to the East. I asked how it had been for her if
she could go at that time, if she had friends on the other side. Ellen told me
that every time a West Berliner wanted to pass to GDR side, they had to ask for
a visa. Sometimes you grant it, sometimes not. You should change money (as
another country) and spend it all on the East side because you could not take
it with you to the West. Ellen had friends who would visit sometimes. He told
me that not only were divided families, which is an stronger image in the
Memorial pictures exposed, but also had hundreds of love stories, trying to
move from one side or to the other.
I
remembered a book I read many years ago by G. García Márquez called "Trip
to the Eastern countries." The famous Iron Curtain was described as a
simple signal. The image that Garcia Marquez showed was the absurdity of dailylife
situations with contrast on the grandiloquent admiration that some of the Left sympathisants had about left (i mean a general latin american
left wing)the Soviet model.
Ellen then
told me that she had traveled with a Brazilian writer friend, who would do some
lectures in Warsaw and they made the trip together by car and train. On the
border of the Wall in the Easter side, the writer (who was from the Northeastern
Brazil where people generally have a darker skin color) was mistaken for a Turk
citizen, and they thought he was a spy, he was arrested at the border and Ellen
had to deal for more than a day with the embassy to get him out. They managed
to reach Warsaw, where the reception was great (students of Portuguese language
and literature in Poland, I never would have thought) while the local teacher
who played host could barely stand while he was leaning on a large clock
carrying an alcoholic dizziness ...
These
stories are funny in a way and Kafkian in other, but seeing the family photos
and reading their stories of how a couple can not see his parents for their
wedding (because the east side do not let them go), or as later showed their
babies to relatives who had been on the other side, over the wall, is kinf of
ridiculous, sad and horrendous as I just can imagine.
The
Memorial continues and much of what was raised stilts wall in a straight line where
you can see on one side and the other, leaving aside a stretch as it was, which
can be seen from a viewpoint. The idea of the gazebo, is something of the
"culture" of the wall, several stood in different parts of the city
so that people could peep to family or friends or just "see" what layed
beyond. I had seen a photo of one in Potsdamer Platz also.
The photo
of Conrad Schuman is staggering. I had not seen it in this size, and it really
moved me. THe young soldier jumping, few days after they starting the construction
of the wall, seems to have been spontaneous, according to his own chronicle. "My
nerves were at breaking point, I remembered. I was very afraid. I took off,
jumped, and into the car ... in three, four seconds it was all over. "
The photo
was immortalized by a photographer who was on the West side. Many years after
the Wall fell priate, Conrad Schuman returned to his village and was rejected
by relatives and friends, treated as a traitor. In 1998, after a family dispute
he was found hanging from a tree, without a goodbye letter.
The stories
of the people can tell you more than thousands of data, we already know that,
but it's surprising that THis History has not yet been fully exploited in
German history, leaving an oral
history material gradually end. And if there are some research studies, where
are the translators? That's one of the problems with the academic world, to
keep enclosed from the rest of the world and the "common" people....
(shame on you!) The more I got as a tip was the writer Ingo Schultz recommended
by Ellen , a writer who recreates those Kafkian years.
There are
several movies I saw on this subject and that it had moved me quite like The
Lives of Others. But being in Berlin seeing these pictures is like being
transported and destroys me a bit. I feel very touched. I think of my son, and
I pray will not suffer any war or any more humans rave shit like these.
The soldiers
of the wall or building Wall had orders to shoot anyone who would like to pass
the limit. Many people died and also children. When the Wall came down some of
these soldiers confessed to shooting (as the case of Peter Fechter, who first
tried to cross with another friend, both 19 years and one passed and the other
grabbed a bullet ... the photos are actually shocking) and they were sentenced
in freedom.
Many of the
people living in the East after the Wall fell decided to live on this side,
many say that was a fear to change ... However, these neighborhoods are
gradually gentrifying as Prenslauerberg but there are still small details: buildings
made in series, Karl Marx Avenue, and the area near Alexanderplatz, where tall
buildings reminded me of the episode of the Petite Taupe (The Mole) in "
In the city ", which surely was an standard Eastern city. (More about the
Petite Taupe or The Mole, or in
German Der Kleiner Mulfwurf in future post).
We got to
the S-Bahn station Nordbahnhof that have been a ghost station during those
years. Apparently GDR soldiers were guarding the platform as the train passes
the other side (they shared the same tunnels) because many people had managed
to get in the cars and escape.
At the end
of the tour we entered the store at Memorial, which has a research center.
There I discovered a story that is about a pair of parents who tell the Wall
story to their children. They told me it's been translated only into French by
now. I'll definately look for it.
This visit
is one of the things that moved more me in Berlin. I think if I come again I'd
try to further explore this side of town and I'd love to hear more stories of
people in those years. I would really love though I know it must be something
still rare, painful and difficult to work.
Here is the
link to a note of the Independent journal that I found and that I really liked when
Schumann died. Here
More about
the East in the next post. Stay Tunned once again!
Pictures
are mine form the Memorial photos exposed, also posctards some with credits and
the drawings are mine, inspired by the same picts.
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